En_la_provincia de Buenos Aires no existen casos de Chagas contraídos a partir de la vinchuca. Sin embargo, desde el año pasado hasta ahora, se detectaron 52 casos de transmisión congénita, es decir de la madre al hijo. Si bien esta enfermedad puede dañar en forma severa el corazón, detectada a tiempo es curable en el 99 por ciento de los casos en niños.
El mal de Chagas es una enfermedad parasitaria que constituye la primera causa de cardiopatía producida por un parásito a nivel mundial. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en Argentina habría 7.300.000 personas expuestas, 1.600.000 infectados y más de 300 mil personas con problemas del corazón a raíz del Tripanosoma Cruzi, el parásito que genera esta enfermedad que produce daños estructurales e irreversibles en órganos como el corazón, el cerebro, los intestinos, el esófago y el estómago.
Las migraciones de personas desde el norte del país, donde la enfermedad es endémica por la presencia de la vinchuca, generan un desafío para la salud pública bonaerense: la transmisión vertical de la enfermedad, es decir de la madre afectada a su hijo durante el embarazo.
La detección
El lunes pasado, en el marco de una jornada internacional, especialistas del ministerio de Salud provincial recordó que si se detecta en forma temprana, el Chagas puede ser curado en el 99 por ciento de los casos en niños menores de un año.
“El Chagas no es una enfermedad endémica en la provincia, pero tenemos la transmisión vertical, que es de madre a hijo y representa el 10 por ciento del total de las infecciones”, explicó el viceministro de Salud de la Provincia, Sergio Alejandre, durante su exposición en la jornada internacional de Chagas que se realizó en la Universidad del Salvador.
Los últimos datos estadísticos indican que desde 2012 y hasta la semana epidemiológica número 18 se registraron 52 casos de Chagas Agudo Congénito, es decir de transmisión vertical, en la provincia de Buenos Aires. Los datos pertenecen al Programa Provincial de Control de Enfermedad de Chagas-Mazza de la dirección provincial de Atención Primaria de la Salud.
“Hay una gran cantidad de población infectada con Chagas que reside en la provincia, tanto en zonas urbanas como rurales, como consecuencia de las migraciones internas”, afirmó el director de Atención Primaria, Luis Crovetto.
Muchas embarazadas desconocen su situación porque esta enfermedad ingresa en una etapa crónica silenciosa. Los afectados no presentan alteraciones ni síntomas durante décadas o durante toda la vida. El 75 por ciento de los pacientes permanece en esta etapa. Pero un 25 por ciento desarrolla la etapa crónica con cardiopatía o patología digestiva.
Las zonas endémicas en Argentina abarcan provincias como Santiago del Estero, Chaco y Formosa. Y países limítrofes como Bolivia y Paraguay.
Transmisión congénita
La vía de transmisión más importante del mal de Chagas es la vectorial, es decir a través de la picadura de la vinchuca. Sin embargo, la transmisión congénita aumentó su importancia a medida que la transmisión vectorial y transfusional empezaron a ser controladas.
“Se estima que nacen 1.300 niños infectados por transmisión congénita al año en el país. Los niños tratados tienen excelente respuesta al tratamiento, curándose en la fase aguda, 9 de cada 10; y en fase crónica, 7 de cada 10”, informó Crovetto. En la provincia de Buenos Aires, específicamente, se estima un total de 240 recién nacidos en tratamiento, si se cumple el control total de las madres.
Mediante la ley provincial 13.005/03, todas las mujeres embarazadas se someten a la detección serológica de la enfermedad, es decir mediante un análisis de sangre. Y todo niño recién nacido de madre infectada, hasta el primer año de vida, es sometido a la detección por métodos serológicos. En caso de detectarse la infección en el niño es obligatoria la atención y tratamiento específico.