FOTOMULTAS Y RADARES EN PANAMERICANA RAMAL PILAR

Las camionetas de Seguridad Vial se ubicaron en el kilómetro 57. Controlaron la velocidad de los automovilistas, y el uso de las luces bajas encendidas. En lo que va del año el área de Seguridad Vial labró casi 79 mil multas por distintos motivos.
De forma sorpresiva, los radares de la dirección de Seguridad Vial de la provincia volvieron ayer a la Panamericana, para controlar posibles excesos de velocidad y el uso de luces bajas encendidas, tal como lo marca la ley.
El operativo se concretó a la altura del kilómetro 57, a la altura de “El Panchito”, en el vínculo de Panamericana con el tramo de autopista que se construyó sobre la Ruta 8, y que debía vincular Pilar con Pergamino. No obstante, otras camionetas, también dotadas de radares, se instalaron en otros puntos, como parte de una serie de controles ordenados desde la dirección que conduce el vecino de Derqui José Molina.
Según el responsable de Fiscalización del área vial, Roberto Fernández, los controles se realizaron “en puntos estratégicos de Panamericana y en la Autovia Norte, más exactamente desde la bifurcación del Acceso Norte Ramal Pilar y Ramal Escobar, hasta la Ruta 6, en la bajada de Panamericana a San Isidro y en el cruce con la Ruta 197”.
Los móviles que arribaron ayer a Pilar están equipados con radares manuales, homologados, que controlan la velocidad en determinados tramos, y que permiten tomar fotografías ante una posible infracción.
“Los equipos se regulan según la velocidad máxima permitida en determinado tramo”, explicó el ex concejal Fernández, quien contó que “se gradúa el radar para que solo tome el registro de los vehículos que superan la velocidad estipulada”.
“El equipo saca una serie de fotos del auto que está cometiendo la infracción, donde queda registrada, la hora, el día, la patente del rodado y la velocidad con que transitaba en el momento de ser fotografiado, luego los archivos fotográficos se llevan a lugares específicos para su procesamiento cada 15 días, donde se verifica la calidad de las fotografías”, explico el funcionario.
Finalmente “se remiten a la dirección de Seguridad Vial, donde luego se labran las correspondientes multas y se envían a los infractores a los domicilios registrados en el dominio de cada vehículo”.
Quienes hayan recibido una multa, del tipo fotográfica y por exceso de velocidad, tienen la posibilidad de presentarse ante el Juzgado de Faltas interviniente para hacer su descargo, agrego Fernández.
“Los infraccionados pueden hacer el pago voluntario o reclamar ante el juez de Faltas”, sostuvo el funcionario, quien evitó polemizar sobre la obligatoriedad de alertar, 300 metros antes y con cartelería, sobre un puesto de control de radar.
En ese sentido Fernández sostuvo que el automovilista debe respetar las velocidades máximas permitidas y debidamente señaladas en todas las rutas provinciales y nacionales, independientemente de la existencia o no de controles.
“Las señales de tránsito están para ser respetadas y no es excusa que el conductor no haya sido alertado de la presencia de radares en su camino”.
Por último se hizo saber que se están aplicando sanciones a quienes circulan con las luces apagadas, ya que “es sabido que las luces bajas deben ir encendidas las 24 horas del día”.